Moda del traje de flamenca
Del 30 de enero al 2 de febrero de 2014 se ha celebrado el “Salón Internacional de Moda Flamenca” (SIMOF), y ya son 20 los años que lleva celebrándose.
Durante esos 4 días se han presentado las propuestas de moda que luego se verán en por ejemplo en la Feria de Abril en Sevilla, en la Feria de Málaga o en El Rocio.
El traje de flamenca es el único traje regional que tiene moda, variando su estilo con el paso de los años.
De ser originalmente un vestido de faena para la mujer en las ferias de ganado, ha pasado a ser un traje para lucir en momentos festivos, llegando incluso a interesar a la alta costura. John Galliano, Vitorio & Lucchino o Yves Sant Laurent se han interesado por la moda flamenca, incorporando elementos o inspirándose en ella en alguna ocasión.
Historia (breve) del traje de flamenca
El origen de esta vestimenta está en la bata de faena con delantal que, desde mediados del siglo XIX, las mujeres del campo vestían cuando acudían a las ferias de ganado en compañía de sus maridos, tratantes o comerciantes de ganado, muchas de ellas de etnia gitana. Se trataba de una ropa de trabajo cómoda a la que incorporaban unos pocos volantes, para engalanar en cierto modo su ropaje, en este importante evento comercial.
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Con el tiempo la celebración de la feria se fue convirtiendo, cada vez más, en un evento lúdico en el que los ciudadanos se reconciliaban con su tradiciones. Los puestos o tenderetes de lona que temporalmente utilizaban las familias para su estancia en la feria se acabaron convirtiendo en las famosas “casetas de feria”, y el traje dejó de ser de uso exclusivo de la mujer trabajadora, aumentando los volantes y evolucionando los diseños, los colores y los tipos de telas utilizadas.
La Exposición de Sevilla de 1929 sirvió como consagración de este vestido que la aristocracia aceptó como atuendo indispensable para acudir a la feria. A la aceptación de este atuendo como vestimenta tradicional andaluza también influyó en aquella época el nacimiento de el arte flamenco como profesión.
El traje de flamenca había dado el salto para formar parte de la moda. Se confeccionaban con cortes ceñidos al cuerpo, marcando la figura para darle mayor realce, siempre al servicio de la feminidad de la mujer.
A mediados de los años 60 del pasado siglo XX, de la mano de la popularidad de España como destino turístico, el traje se recortó hasta la media pierna, e incluso hasta la rodilla. Sin embargo, a partir de los años 70 el traje vuelve a su largura tradicional, a la altura de los tobillos.
La alta costura incorporó entonces la moda flamenca a sus desfiles, y con el tiempo esta moda lanzaría su propio certamen, en el que los diseñadores (no sólo de trajes, también de complementos) anualmente propondrán tendencias y promocionarán sus diseños.